A lo largo de los últimos años, el pistacho ha evolucionado de ser un fruto seco raro a convertirse en un ingrediente de lujo muy deseado en las mesas argentinas. La creciente fama de este «oro verde» en la cocina local, impulsada por innovaciones en productos como alfajores y helados, ha provocado una subida en los precios y una presión sobre la cadena de abastecimiento. Empresas destacadas en la industria alimentaria, como YPF, Lucciano’s y Havanna, se han visto en la necesidad de adaptarse a la creciente demanda, mientras que la producción nacional, limitada y costosa, ha alcanzado un nuevo récord en el precio de este valioso producto.
El «Alfajor Full Pistacho», lanzado por YPF en enero, es un claro ejemplo de cómo el pistacho ha ganado terreno en el mercado. Con 640,000 unidades vendidas en apenas seis meses, este producto no solo refleja la popularidad del pistacho en Argentina, sino también el fenómeno global que ha dado lugar a una oferta insuficiente y un aumento en el precio del kilo de este fruto seco.
El impacto del “chocolate Dubai” y el incremento en su consumo
El fenómeno del pistacho no es una moda pasajera; más bien, ha sido impulsado por una confluencia de factores que incluyen el auge de la gastronomía innovadora, las redes sociales y el aumento de la visibilidad de productos con pistacho, como el «chocolate Dubai», que se viralizó rápidamente. Las redes sociales han sido el motor de este furor, con influencers y consumidores compartiendo recetas y consejos para disfrutar de este ingrediente en múltiples formas, desde bebidas hasta postres. Este entusiasmo ha resultado en un aumento abrupto en el consumo, lo que ha causado un alza significativa en los precios del pistacho en un corto período de tiempo.
Según datos recientes, el precio del pistacho en Argentina ha subido un 17% en el último año, alcanzando los USD 23 por kilo. Este aumento se produce a pesar de los esfuerzos por expandir la producción local, especialmente en la provincia de San Juan, conocida por sus condiciones climáticas ideales para el cultivo de pistachos. En esta región, la superficie cultivada ha aumentado significativamente en los últimos años, pero la demanda continúa superando la capacidad de producción.
Desafíos en la producción y el mercado local
La generación de pistacho se encuentra con numerosos desafíos, incluyendo el clima desfavorable y la escasez de tierras adecuadas para su siembra. El cultivo de pistacho necesita de un ambiente seco, con inviernos fríos y veranos cálidos, lo que limita su plantación a ciertas áreas del planeta. A nivel mundial, Estados Unidos, Irán y Turquía son predominantes en la producción, con Estados Unidos encabezando las exportaciones globales con un 71% de participación en el mercado.
En Argentina, San Juan lidera la producción con cerca del 90% del área cultivada. No obstante, el crecimiento de la producción ha sido pausado porque los cultivos de pistacho necesitan tiempo para alcanzar su máximo rendimiento, lo que tarda entre cinco y seis años para empezar a generar y hasta 12 años para lograr su máxima capacidad.
A pesar de estos inconvenientes, el pistacho ha incrementado su presencia en el mercado argentino debido a su popularidad en alza. Firmas como Lucciano’s y Havanna han tenido que ajustarse ágilmente, y algunas han optado por adelantarse a la posible escasez de pistacho realizando compras significativas para garantizar su abastecimiento. En el caso de Lucciano’s, el 30% de sus sabores heladeros contienen pistacho, y la empresa ha obtenido más de 100,000 kilos de pistacho tanto localmente como en el exterior. No obstante, los precios han subido notablemente, y se calcula que el precio por kilo de pistacho podría sobrepasar los USD 40 este año, en contraste con los USD 18-22 de años anteriores.
La reacción del sector y las previsiones para el futuro
La alta demanda de pistacho ha impulsado a productores como Pistacho de Los Andes, que han aumentado su superficie de cultivo y buscan responder a la creciente necesidad del mercado local e internacional. Sin embargo, el mercado sigue siendo limitado, ya que la producción de pistacho es una inversión a largo plazo que requiere condiciones específicas y no puede ser replicada fácilmente en otras regiones de Argentina o en América Latina.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) junto con el Conicet han iniciado la elaboración de un mapa para la segmentación agro-ambiental, con el fin de mejorar el avance de la producción de pistacho en Argentina, poniendo especial atención en la zona de San Juan. Este proyecto tiene como objetivo asegurar la viabilidad y expansión sostenida de la industria del pistacho a lo largo del tiempo, enfrentando los retos naturales de su cultivo.
El pistacho como ingrediente de alta calidad y la invitación al consumo consciente
A medida que el pistacho se consolida como un ingrediente premium en la industria alimentaria, también han surgido movimientos que promueven un consumo más responsable. Las críticas se centran en el acaparamiento del pistacho y su uso en productos donde su sabor delicado se pierde, como en los lattes y otras recetas de moda. Los defensores del pistacho de calidad instan a los consumidores a disfrutarlo en su forma más pura, para preservar sus características únicas y respetar el proceso artesanal detrás de su cultivo y producción.
La organización internacional dedicada al Té Japonés, en su afán por conservar la tradición del pistacho, está aconsejando a las personas a elegir pistachos de calidad inferior para uso culinario, lo que permite guardar los de mayor calidad para ser consumidos de forma directa.
Un porvenir incierto y costos altos
En Argentina, el pistacho ha evolucionado de ser un producto poco común a ser un artículo valioso y estratégico en el ámbito del mercado. El incremento en la demanda, junto con una oferta restringida y requisitos particulares para su cultivo, ha llevado los precios a alcanzar cifras históricas. Tanto las compañías de alimentación como los consumidores deben ajustarse a la nueva situación en la que el pistacho se ha transformado en un artículo de lujo, mientras que los intentos por incrementar la producción nacional afrontan obstáculos importantes.
Aunque la industria del pistacho en Argentina sigue en crecimiento, se prevé que los precios sigan subiendo, al menos en el corto plazo. Las empresas del sector, como Lucciano’s y Havanna, deberán seguir adaptándose a la demanda, mientras que los productores y autoridades locales trabajan para garantizar el desarrollo sostenible de este mercado que, sin duda, llegó para quedarse.