La Universidad de Yale, reconocida como una de las más prestigiosas casas de estudio a nivel mundial, presentará un innovador curso acerca de Bad Bunny, la estrella internacional de la música latina. Este curso será dirigido por Albert Laguna, un profesor especializado en estudios culturales, y se enfocará no solo en el impacto musical del artista puertorriqueño, sino también en la historia política y social de Puerto Rico y su conexión con los Estados Unidos. El curso, cuyo punto central es su más reciente álbum Debí tirar más fotos, tiene como objetivo proporcionar un análisis académico del estudio de la cultura popular y su relación con la política y la identidad.
La propuesta académica surgió de la reflexión de Laguna tras escuchar el álbum de Bad Bunny mientras caminaba por las calles de Nueva Orleans, una ciudad con una gran herencia caribeña. «Bad Bunny ha llevado la cultura puertorriqueña a audiencias globales, y su música está llena de matices que exploran temas cruciales como la migración, la identidad y la situación colonial de Puerto Rico», afirma el profesor Laguna. A través de las canciones del artista, Laguna planea abordar cuestiones como el flujo migratorio de los puertorriqueños, la influencia de la cultura afrocaribeña y la crítica a la situación colonial de la isla.
El disco Debí Capturar Más Recuerdos: Una conexión entre generaciones
El disco Debí tomar más fotos será el foco principal del curso. En esta obra, Bad Bunny combina estilos musicales tradicionales de Puerto Rico, como la salsa, la bomba y la plena, con influencias modernas del reguetón. La presencia de temas como «TURiSTA», que trata sobre la relación colonial entre Puerto Rico y Estados Unidos, se utilizará como base para analizar los efectos de la colonización y las tensiones políticas que aún existen en la isla.
«Este disco no solo celebra la música, sino que también actúa como un reflejo de la situación política y social de Puerto Rico. A través de sus letras, Bad Bunny plantea preguntas sobre la identidad puertorriqueña, la explotación turística y la lucha por la autodeterminación de la isla», explica Laguna.
Bad Bunny y el impacto de los ritmos caribeños
El programa también investigará cómo Bad Bunny, mediante su música, está impulsando la expansión internacional de estilos musicales que tradicionalmente han sido cruciales en la cultura del Caribe. «Los ritmos de Puerto Rico, Cuba y República Dominicana han influido en la música global desde el siglo XIX. Bad Bunny representa simplemente el eslabón más reciente en esa historia», observa Laguna. El docente subraya cómo el reguetón de Bad Bunny y su habilidad para fusionar ritmos clásicos con innovadores sonidos están abriendo oportunidades para una mayor valoración de la música caribeña a nivel mundial.
También, Laguna menciona que, a pesar de que la figura de Bad Bunny ha sido elogiada mundialmente, igualmente ha enfrentado desaprobaciones. «Es habitual que la música popular sea percibida como menos sofisticada. No obstante, las canciones de Bad Bunny son profundamente culturales y poseen un gran valor en relación con la historia, el género, la etnicidad y la política. El curso también tiene como objetivo tratar estas críticas y contextualizar la relevancia de la música popular dentro de la cultura actual», afirma Laguna.
Puerto Rico en el centro del debate académico
El programa cuenta además con un elemento político relevante. «Con este programa, coloco a Puerto Rico en el foco del debate académico», comenta Laguna. En un entorno donde las políticas de inclusión y la inmigración están siendo sometidas a escrutinio por el gobierno del presidente Donald Trump, el programa busca servir como un recurso para seguir abordando cuestiones de etnicidad, raza y diversidad en las instituciones universitarias de Estados Unidos.
Laguna comenta que mediante las canciones de Bad Bunny, los alumnos tendrán la oportunidad de analizar el tratamiento de Puerto Rico como una colonia de los Estados Unidos a lo largo de la historia. «Bad Bunny, con sus letras, nos invita a reflexionar sobre la relación colonial entre Puerto Rico y Estados Unidos y a desafiar las historias predominantes sobre la isla», afirma.
El curso como espacio intergeneracional
Una de las características más destacadas del curso es su capacidad para generar una conversación intergeneracional. Según Laguna, la música de Bad Bunny tiene un alcance que trasciende edades, lo que ha generado un gran interés en estudiantes de diferentes generaciones. «He recibido mensajes de personas de más de 60 años interesados en participar en el curso, pero también de estudiantes de secundaria. Esto es algo muy raro en la cultura popular, y me entusiasma que podamos tener estas conversaciones sobre la identidad puertorriqueña y la cultura latina», asegura.
La proyección del curso y su efecto en el ámbito académico
El curso de Bad Bunny en Yale promete ser una experiencia académica única, donde se explorarán tanto la historia y la política de Puerto Rico como el impacto cultural global del reguetón. Al ofrecer este curso, Laguna busca romper las barreras entre la academia y la cultura popular, y demostrar que artistas como Bad Bunny tienen un lugar legítimo en las universidades más prestigiosas del mundo.
«Bad Bunny no es solo un cantante de reguetón. Es un fenómeno cultural que está dando forma a la música del siglo XXI y está hablando de temas que son fundamentales para entender la sociedad contemporánea. A través de este curso, queremos ayudar a los estudiantes a comprender la historia de Puerto Rico, la diáspora latina y el papel que la música juega en la creación de identidad», concluye Laguna.
El curso de Bad Bunny en Yale representa una oportunidad para reexaminar no solo el reguetón, sino también el lugar de Puerto Rico y la cultura latina en la historia académica y política de Estados Unidos.